Friday, May 4, 2012

The World Left After 2011 - en espanol




 El Mundo se Fue Despues de 2011 

por

Immanuel Wallerstein




Por cualquier definición, 2011 era un buen año para el mundo dejado, sin embargo uno define estrecho o ampliamente el mundo dejado. La razón básica era las situaciones económicas negativas de las cuales la mayor parte de el mundo sufría. El desempleo era alto y que se convertía más arriba. Hicieron frente a la mayoría de los gobiernos con los altos niveles de la deuda y la renta reducida. Su respuesta era intentar imponer medidas de austeridad ante sus poblaciones mientras que al mismo tiempo intentaban proteger sus bancos.


El resultado era una rebelión mundial de lo que llamaron los movimientos de Wall Street de la Ocupación (OWS) “el 99%.” La rebelión estaba contra la polarización excesiva de la abundancia, de los gobiernos corruptos, y de la naturaleza esencialmente no democrática de estos gobiernos independientemente de si tenían sistemas pluripartidistas.


No es que el OWS, el resorte árabe, o los indignados alcanzaron todo que esperaban. Es que manejaron cambiar el discurso del mundo, moviendo lo lejos de los mantras ideológicos del neoliberalismo a los temas como la desigualdad, injusticia, y la descolonización. Por primera vez en un rato largo, las gentes normales discutían la misma naturaleza del sistema en el cual vivieron; lo tomaban no más para concedido.


La pregunta ahora para el mundo dejado es cómo puede moverse adelante y traducir este éxito divagador inicial a la transformación política. El problema se puede plantear absolutamente simplemente. Incluso si, en términos económicos, existe un claro y una hendidura cada vez mayor entre un grupo muy pequeño (el 1%) y muy grande (el 99%), no sigue que ésta es la división política. Por todo el mundo, el derecho de centro fuerza comando inmóvil algo como la mitad de las poblaciones del mundo, o por lo menos de los que sean político active de cualquier manera.


Para transformar el mundo por lo tanto, el mundo dejado necesitará un grado de unidad política que todavía no tiene. De hecho, hay desacuerdos profundos sobre objetivos de largo alcance y táctica de corto alcance. No es que estas ediciones no se están discutiendo. Por el contrario, se están discutiendo heatedly, y poco progreso está ocurriendo para superar las divisiones.




Estas divisiones no son nuevas. Eso no les hace el más fácil resolver. Hay el comandante dos unos. El primer tiene que hacer con elecciones. Hay no dos, sino tres, posiciones referentes a elecciones. Hay un grupo que es profundamente sospechoso de elecciones, sosteniendo que el participar en ellas es no sólo político ineficaz pero refuerza la legitimidad del mundo-sistema existente.


El otros piensan que es crucial participar en el proceso electoral. Pero dividen a este grupo en dos. Por una parte, hay los que demandan ser pragmáticos. Quieren trabajar de dentro , dentro del partido izquierda del centro principal cuando hay un sistema pluripartidista de funcionamiento, o dentro del solo partido de hecho cuando la alternancia parlamentaria no se permite.


Y por supuesto hay los que denigran esta política de elegir el supuesto poco mal. Insisten que no haya diferencia significativa entre los partidos y la ayuda alternativos principales que votan por un cierto partido que esté “genuino” a la izquierda.


Somos todos familiares con este discusión y todos hemos oído las discusiones repetidamente. Sin embargo, me está claro, por lo menos, que si no hay algo que viene junto de los tres grupos referentes a táctica electorales, el mundo dejado no tiene mucha de una ocasión de prevalecer en el funcionamiento corto o más largo.


Creo que hay un modo de reconciliación. Es hacer una distinción entre las táctica a corto plazo y la estrategia de más largo plazo. Mucho convengo con los de quienes sostenga eso que obtiene poder del estado sea inaplicable, y ponga en peligro posiblemente la posibilidad, a la transformación de más largo plazo del mundo-sistema. Como estrategia de la transformación, se ha intentado muchas veces y ha fallado.


No sigue de esto que la participación electoral a corto plazo es una pérdida de tiempo. El hecho es que una parte muy grande de el 99% está sufriendo agudo en el a corto plazo. Y es este sufrimiento a corto plazo que es su preocupación principal. Están intentando sobrevivir, y ayudar a sus familias y amigos para sobrevivir. Si pensamos en gobiernos no como agentes potenciales de la transformación social sino como las estructuras que pueden afectar al sufrimiento a corto plazo por sus decisiones políticas inmediatas, después el mundo dejado se obliga para hacer lo que puede conseguir a decisiones de ellas que reduzcan al mínimo el dolor.



El trabajo para reducir al mínimo el dolor requiere la participación electoral. ¿Y qué del discusión entre los autores del poco mal y los autores de apoyar partidos genuino izquierdos? Ésta se convierte en una decisión de las táctica locales, que varían enormemente según muchos factores: tamaño del país, estructura política formal, datos demográficos del país, localización geopolítica, historia política. No hay respuesta estándar, ni puede haber. Ni es la respuesta de 2012 que va necesariamente a sostenerse para 2014 o 2016. No está, para mí por lo menos, un discusión del principio sino algo de una situación táctica de desarrollo en cada país.



El segundo discusión básico que consume el mundo dejado está ése entre lo que llamo “developmentalism” y qué se puede llamar la prioridad del cambio del civilizational. Podemos observar este discusión en muchas partes del mundo. Uno lo ve en América latina en los discusiones en curso y absolutamente enojados entre los gobiernos y los movimientos izquierdos de la gente indígena, por ejemplo, en Bolivia, en Ecuador, en Venezuela. Uno lo ve en Norteamérica y en Europa en discusiones entre los ecologistas/los verdes y los sindicatos que dan prioridad a conservar y a ampliar el empleo disponible.



Por un lado la opción del “developmentalist”, es propuesta por gobiernos izquierdos o por los sindicatos es ésa sin tal desarrollo económico, allí no es ninguna manera de rectificar los desequilibrios económicos del mundo actual, si estamos hablando de la polarización dentro de países o de la polarización entre los países. Este grupo acusa a sus opositores del apoyo, por lo menos objetivo y posiblemente subjetivo, los intereses de fuerzas de la derecha.



Los autores de la opción anti-developmentalist dicen que la concentración en la prioridad del desarrollo económico es incorrecta en dos argumentos. Es una política que continúa simplemente las características peores del sistema capitalista. Y es una política que causa daño ecológico y social del daño irremediable.



Esta división es aún más apasionada, si eso es posible, que la que está sobre la participación electoral. La única manera de resolverla está por compromisos, caso por caso. Para hacer esto posible, ambos grupos necesitan aceptar la buena fe dejada las credenciales de la otra. No será fácil.


¿Se pueden estas divisiones a la izquierda superar en el siguiente?




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Notas de Redactor


Cuál es útil sobre el artículo es que Wallerstein nos impulsa ir más allá del pensamiento blanco y negro, más allá de las posiciones fijas del pasado. Esto va no sólo para la izquierda, que es su foco en el artículo, pero para todos nosotros que quieren el cambio. (Mi impresión es que mucha gente que quiere el cambio no se identifica como siendo “Left.") la columna original debe estar disponible pronto en los archivos de las columnas de Wallerstein . -  B.A.


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